La primera vez que oí hablar de Pink Floyd fue en el
colegio. Tendría unos 11 o 12 años y el que después se convertiría en mi
compañero de viaje, llevó un disco a clase. Recuerdo la carátula del vinilo
perfectamente, una pared blanca con ladrillos con el borde negro y las palabras
"The Wall" Pink Floyd escritas en el medio. No voy a reconocer que con el tiempo me haya
aficionado a su repertorio, pero "Another brick in the wall"es una de mis
canciones preferidas. Hubo un tiempo, cuando acabé magisterio, que dispuesta a
revolucionar la enseñanza, me pareció una ofensa. Claro está, no había entendido nada. Hoy no puedo estar
más de acuerdo con la canción y sueño con una Escuela Pública en la que los
maestros "dejemos a los niños en paz.” Esta canción es un tercio del mensaje
que la banda inglesa quería transmitir. La metáfora del muro como elemento que
ayuda a aislarse del mundo, es lo
que configura este trabajo magistral de
Pink Floyd .
Cuando optas por escapar de la realidad, el
silencio se impone como elemento dinamizador. Es el que comienza a dirigir la
fiesta e incluso hace que a partir de un momento, como dice Oliver
Sacks, “veas voces”, no que las oigas. El silencio es mágico y a mi,
particularmente, me hechiza. Disfruto con el más estridente de los silencios,
el que casi ya no se soporta porque roza el dolor. También con el seco, el
solo, el sereno, el pacifico, el que te deja abandonarte…
El
silencio me ha acompañado muy de cerca estos meses. Ha sido generoso conmigo,
me ha permitido ser quien necesitaba ser y se marchaba prudente cuando otros llegaban.
Puede que piense que él es solo otro ladrillo en la pared, pero para mi ha sido
la estructura de la pared, el muro en el que me refugie cuando las palabras
pesaban demasiado. Mi muro se reveló fundamental para recuperarme y cada persona
fue un ladrillo. Grandes sorpresas y pequeñas decepciones, ha habido de todo,
pero siempre es más grande el que suma. Que a nadie le quepa la menor duda, si
estais a ese lado, sois una parte del muro, porque ahora, mientras escribo, la
recuperación sigue. Salud.
Te regalo un silencio..
ResponderEliminarDISFRÚTALO AHORA MÁS QUE NUNCA..
B.R.P.
Precioso y necesario. Me encanta el papel!. Gracias Bego, guapa.
EliminarNo rompas el silencio si no es para mejorarlo. Leí este proverbio chino hace tiempo en un libro de bonsai, pero bueno, aunque escribir no es lo mio, ya que hablas de una canción de Pink Floyd, lo voy a romper.
ResponderEliminarTania, me parece genial la idea del blog. Escribir siempre fue una de tus pasiones, pero contar y reflexionar de ese modo todo lo ocurrido recientemente dice mucho sobre ti. No todo el mundo tiene la capacidad de asumir y encajar tan duro golpe.
Eres lo mejor.
Gracias infinitas....sobre todo por tu silencio. Te quiero
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"necesitaba el silencio cuando las palabras eran demasiado duras para soportarlas" te oigo decir. Entrar dentro de uno mismo y escucharse para poder reiniciar el sistema. Hay quien elige llenarse de ruido y no mirar dentro, huir del dolor, no sufrir... sin darse cuenta que el dolor va contigo allá donde te vayas.
ResponderEliminarDentro de tu burbuja de silencio construiste un muro sólido y firme que ahora te sostiene y te permite mirar otra vez el mundo de fuera con la misma sonrisa inmensa de siempre.
Un abrazo fuerte
Gracias por ser "another brick in the wall". Te quiero mucho.
Eliminar