Hay
veces que la vida se empeña en ponértelo complicado. Veces en las que caminas
pacíficamente y te topas con algo desagradable e inesperado, con soluciones
desagradables aunque esperadas. Veces en las que lo esperado no es bienvenido y
te revelas contra ello. Veces en las que la resistencia te hace sufrir. Veces
en las que aceptar no es la primera opción y te pones en pie de guerra sabiendo
que la batalla está perdida antes de empezar.
Veces en las que la sabida derrota no es un síntoma de debilidad sino de
sabiduría. Veces en las que lloras amargamente y deseas volver a la infancia.
Veces en las que el recuerdo maravilloso del regazo de tu madre te transporta a
la protección más infinita jamás vivida. Veces en las que sabes que lo vivido
te ha hecho ser quien eres, pero que ahora toca otra cosa. Veces en las que te
bebes las lágrimas, te echas un extremo de la bufanda a la espalda y sigues caminando porque sabes que ese es el
momento, el momento en el que empiezas a cambiar y a estas alturas, ya sabes que el cambio llega más pronto que
tarde. Veces en las que esto ocurre... pero solo ocurre a veces. Salud.
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