Hay un Grado de mis amores y un grado de mis desvelos,
justamente el que me ha tenido ocupada
estas semanas. El plan Bolonia obliga a reciclarse y los que estamos a merced
de los caprichos de la administración, por partida doble.
El
caso es que estos días he estado desconectada y no me he pasado ni por el blog,
pero sé que muchos sí lo habéis hecho. Gracias infinitas como siempre, sigue
siendo genial teneros al otro lado.
El
tiempo ha transcurrido leyendo, tomando apuntes, redactando y “creando”, porque
de eso iba el trabajo. Sin duda he aprendido técnicas, conceptos y fases, he leído conclusiones de estudios y he
reflexionado sobre la cantidad de cosas que podemos cambiar en nuestras aulas a
la vez que he puesto nombre a muchas otras que hacemos.
He
pasado mucho tiempo sola, en casa, en silencio, concentrada… e inevitablemente el recuerdo de mis
temporadas de estudio de oposición, ha
vuelto. He tenido unas sensaciones muy
parecidas y esto me ha parecido tremendamente positivo porque no pensé verme en
este punto. Creí que ya nada volvería a ser tan intenso como el cáncer o por lo
menos que nada volvería a llenar mi tiempo como él lo hizo. Y no, ha sucedido,
he vuelto a ser la mujer que chiflaba delante de la pantalla del ordenador
porque no acababa de darle el punto a la conclusión, he vuelto a mirar el reloj
desesperada porque mis 3H estaban a punto de llegar y no había acabado el
trabajo marcado, he dejado sonar el
teléfono porque lo hacía en el momento más inoportuno, ha vuelto a dolerme la
espalda por no dedicarme tiempo, he vuelto a pasarme todo un fin de semana con
el pijama y la bata, he comido lo que he encontrado por la nevera y he vuelto a pensar que “esto era lo peor”.
Pero rápidamente ese pensamiento ha desaparecido, porque no, esto no es lo
peor, a eso ya le he visto la cara y en estos momentos viaja en dirección a la
Antártida y el trabajo, en breve, camino de Valladolid. Salud
Ya echaba de menos leerte por aquí. Me alegro que sigas tan bien, y como siempre me ha encantado lo que has escrito. Muchos besos y mucha salud....
ResponderEliminarComo me alegro que "ello" viaje a la Antártida... Y cómo me alegro de que tus nervios se deban a cosas mundanas y NADA importantes...SALUD! ;-)
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