12 de julio de 2013

UN AÑO DE AMOR


El shock más absoluto
El miedo, el bloqueo, el temblor
La desesperanza, la soledad, la muerte…
Se cumple el peor pronóstico
Ni en el sueño más oscuro
Ni en el pensamiento más intenso.
Parálisis,
el miedo me paraliza
No avanzo,
no llego a la paz ansiada
No consigo hincharme de aire que sosiegue mi espíritu
Y me devuelva la templanza.


Esto fue lo primero que escribí el julio pasado. Era lo primero que salía de mí para volver de nuevo a mí y enfrentarme con ello.

Es difícil explicar, yo diría que imposible,  lo que sentí hace un año cuando en aquella clínica me explicaron que tenía cáncer en un pecho.

De repente todo dejó de tener importancia. El mundo comenzó a girar en torno al cáncer, a mi cáncer, a mi shock, a mi escepticismo, a mi perplejidad,  a mi miedo, a mi incertidumbre, a mi resistencia, a mi dolor, a mi locura, a mi autocompasión…

Nada hasta el momento igual de doloroso, igual de intenso, igual de impactante.

Un año después sigo sin poder leer mi “Diario de una recuperación”, demasiado pronto para revivir aquel momento que cambió mi vida. Demasiados recuerdos en la misma época del año, demasiados olores iguales, sensaciones iguales,  ambientes iguales, momentos iguales, luces iguales, brisas iguales…

He querido titular a la entrada un año de amor porque eso he tenido este largo, frio y duro año,  mucho amor, del bueno.


Preciosa la vida, maravilloso disfrutar de ella con mis 3H,  fantástico tener pelo, increíble no tener dolores,  genial estar sano, estupendo el verano, las  vacaciones, porque este año sí, este año,  nos vamos de viaje. Salud.




1 comentario:

  1. ¡Qué nervios al pensar que os tendremos aquí en muy pocos días. Esperamos con mucho amor.

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