Antes era en nombre de la Santa Madre Iglesia y de la Santa Inquisición
y desde hace unos años, en nombre de la Crisis. Todo parece estar justificado
en su nombre , los desahucios, los recortes educativos y sanitarios, la desesperanza
colectiva, los conflictos, las mentiras
y hasta el agujero de la capa de ozono.
No es cierto, hace tiempo que se encubren todo tipo de recortes y
libertades y en la crisis hay quien ha encontrado la excusa perfecta para
campar a sus anchas y dejar aflorar sus sentimientos y acciones más miserables
pretendiento que queden impunes. Se han equivocado, al otro lado se
responde, bien porque te toque directamente o bien por solidaridad.
En nombre de la crisis pretendieron mandarme a trabajar a los dos meses
de haber acabado el tratamiento porque "las cosas están así ahora".
Pues no señora, las cosas no sé como están pero si sé cómo son
y si alguien se ha vuelto loco, no voy a ser yo quien alimente su locura.
Afortunadamente, la inspectora médica, no se creyó Agustina de Aragón y tras
sortear a la ruda administrativa, conseguí una cita con ella. Defendió a
la paciente que su médica de cabecera (esa gran mujer), había abandonado. No
pude contarle cómo estaba ni cómo me sentía, mejor por escrito. Cuando terminó me miro y dijo: " no puedo estar más de acuerdo con lo que expresas".
Fantástica su ración de cordura y respeto. Mujeres así hacen grande nuestro
sistema público sanitario. Gratitud por siempre. Salud.
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